CINE Y LITERATURA
CINE Y LITERATURA
ACERVO CULTURAL
ARGUMENTACIÓN
ÉTICA Y VALORES
CAPACIDAD
EDAD
PROYECTOR DE CUENTOS
La oralidad, cualidad humana presente en todas las sociedades conocidas, es la primera forma de comunicación previa a la aparición de la escritura. Debido al carácter efímero de este modo comunicativo, y ante la necesidad de trasmitir y perpetuar la cultura, las sociedades han desarrollado estrategias dirigidas a la conservación del saber, sistemas de repetición y de patrones gracias a los cuales ha sido posible la perpetuación de la cultura y su recreación. La producción cultural ligada a tales sistemas es amplísima. Ejemplo de esta producción son los proverbios, adivinanzas, leyendas, mitos, cantos, poemas épicos y cuento, entre otras. Estas composiciones se han trasmitido de generación a generación, no sin cambios, acumulándose así la sabiduría popular.
El siglo XIX, siglo romántico, se encargó de recopilar el folclore en Europa, lo que empezaba a ser considerado por intelectuales y literatos de la época (hermanos Grimm), patrimonio cultural. Relevante de este proceso es la incorporación de formas orales y populares, en los textos literarios. Se dota, de este modo, de importancia al folclore. Aunque con anterioridad, en el siglo XVIII, ya se encuentran ejemplos notables de trabajo recopilatorio (Charles Perrault).
El cine puede interpretarse como un paso consecutivo en la cadena de formas de comunicación que sirven a tal propósito condensador. Un modo que ocupa un lenguaje especial denominado cinematográfico que se sirve de imágenes en el desarrollo de su narrativa. Su producto, la película, es un nuevo texto que será interpretado por el espectador. Los cuentos y fábulas del pasado también serán narrados con su nueva técnica, que ocuparon y ocupan hoy hábilmente cineastas y directores de cine. Desde que el cinematógrafo fue inventado en 1895 por los hermanos Lumière, hasta finales de la década de 1920, se realizaron muchas películas que conforman lo que hoy se conoce como era muda o período silente del cine. Las producciones de esta época constituyen el género del cine mudo.
En este taller queremos mostrar la vinculación entre el primer cine silente y la literatura infantil y juvenil. El nuevo medio de comunicación sedujo a directores y posibilitó la aparición de un novedoso espectáculo que terminó cautivando al público infantil y joven. Entre los más prolíficos e ilustres directores se cuentan a Ferdinand Zecca, George Méliès, Percy Stow, Cecil M. Hepworth, Albert Capellani Segundo de Chomón, Herbert Brenon, Alfred E. Green, Lotte Reiniger y Jean Renoir. Ellos reinterpretaron obras maestras de la literatura infantil y juvenil. Su principal virtud es el manejo en la transliteración del lenguaje literario, propio de estas obras, al lenguaje visual del cine silente. Daremos cuenta cómo los directores interpretan la obra literaria y la traducen adaptando el texto al tiempo preciso, escogiendo fragmentos y generando nueva narrativa visual coherente con la historia. Vamos a acercarnos al trabajo cinematográfico por el que los directores tratan de representar la fantasía gracias a determinados recursos técnicos.
El acercamiento a los clásicos de la literatura infantil y juvenil es necesario, por lo que además de ver las películas vamos a leer fragmentos o capítulos de tales obras. Nos vamos a encantar con la magia del cine mudo, estudiar sus principales características. Conoceremos a los grandes exponentes del género que tomaron las historias de los cuentos clásicos y las hicieron vida a través del cine. Cada una de las sesiones llegará a su término con la realización de una actividad sobre la historia.